[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_single_image image=»5429″ img_size=»full» alignment=»center» onclick=»link_image»][vc_message message_box_style=»outline» style=»square» message_box_color=»chino» icon_type=»monosocial» icon_monosocial=»vc-mono vc-mono-msn»]

Enfocando la atención construyo la atmósfera del acontecer, delimito el territorio y activo el potencial del momento.

[/vc_message][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Enfocar la atención consiste en elegir desde qué estado emocional, hacia adonde y en que parte de mi experiencia enfocar la atención del discernimiento para construir la atmósfera de mi experiencia, delimitar el territorio y activar el potencial del momento.

Esta facultad, entendida como “concentración”, ha sido utilizada por gran parte de las tradiciones espirituales como técnica de meditación, porque al enfocarse el discernimiento en un punto focal, el flujo de los pensamientos se detiene y el meditador puede tomar consciencia de su esencia. 

Este empleo de la facultad para tomar consciencia del ser tiene un valor excepcional, sin embargo, enfocar la atención también puede utilizarse para muchas otras cosas, como generar abundancia, por su poder para activar el potencial del momento haciendo que la energía se concentre en una dirección, permitiendo que se pueda entrar en resonancia con todo lo semejante y atraer todo lo que vibra igual.

Así como el enfocar la atención en lo que duele es el camino más fácil para alimentar el sufrimiento, el empleo adecuado de esta facultad es el camino más simple para dejar de cultivarlo. Este es el principal motivo por el cual el entrenamiento en el enfoque de la atención es esencial en los programas de manejo integral del distrés, la ansiedad y la depresión. [/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»1″ content_placement=»top» padding=»5″ margin_bottom=»5″ a13_nava_timestamp=»01000000000021396961160.3159″][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»5367″ img_size=»2975X1993″ alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d» onclick=»link_image»][vc_accordion active_tab=»false» collapsible=»yes»][vc_accordion_tab title=»CONSTRUYO L A ATMÓSFERA»][vc_column_text]Si estoy observando desde adentro, se genera un espacio-tiempo entre el observador y lo observado. Ese intervalo me permite elegir desde qué estado físico, emocional o mental puedo enfocar la atención en un tema dado. Es como si escogiera los lentes con los cuales quiero tomar una fotografía.

Esa elección va a determinar en gran medida el resultado, porque una misma experiencia se percibe de forma muy distinta desde estados emocionales diferentes. Como dice el poeta, «en este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira, pues todo es del color del cristal con que se mira». Así por ejemplo, si quiero decidir si continúo en una relación de pareja o la termino, mi atencion se va a enfocar en detalles y razones muy distintas si estoy molesto o molesta porque mi pareja me exige siempre demasiado, o si estoy muy feliz por la flexibilidad y confianza que me brinda.

En el primer caso los argumentos que utilizará mi mente para concluir estarán todos teñidos de malestar. En el segundo caso estarán teñidos de alegría. De modo que mi conclusión no será confiable y será difícil de sostener en el tiempo, sobre todo si hay una buena sexualidad, pues al regresar el deseo, la mente cambia la conclusión. Este es uno de los motivos del porqué en cierta etapa de una relación se decide «terminar» tantas veces… sin hacerlo. De hecho, esos «finales» generan lo contrario de lo que supuestamente buscan, pues el dolor de la pérdida hace que el apego se vuelva más fuerte y que aumenten las probabilidades de embarazo, obviamente, con sexualidad de por medio. 

Esta primera acción, con la cual elijo, acepto o rechazo enfocar la atención en un tema dado según mi estado emocional, es muy semejante a la acción de un buen fotógrafo al escoger los lentes que utilizará antes de tomar la foto.

Así mismo, una misma experiencia puede vivirse de un modo muy distinto dependiendo de adonde enfoque la atención cuando la vivo. Por este motivo los especialistas en primeros auxilios pueden responder de forma tan fría y profesional en situaciones extremas, mientras que otras personas se paralizan o se desmayan.

La mitad de la explicación está en el enfoque de la atención externa: el inexperto enfoca en la sangre mientras el experto enfoca en el torniquete que debe hacer para salvar al herido. La otra mitad de la explicación está en la segunda acción: el enfoque de la atención «interna», es decir, la acción de enfocar la atención sobre el efecto del acontecer en mis sensaciones, sentimientos y pensamientos. Por este motivo, según los expertos, los deportistas logran convertirse en campeones por la combinación de tres factores: dones hereditarios, constancia de entrenamiento con buena alimentación y manejo del enfoque de la atención interna: si enfocas en el dolor físico y en el agotamiento o en la duda, jamás ganarás el maratón.

La tercera acción posible para generar la atmósfera en donde vivo el acontecer, consiste mas bien en «desenfocar la atención» y observar desde adentro la totalidad de la experiencia, sin permitir que la atención se fije mucho tiempo en un mismo estímulo, permitiendo que la energía del momento lo lleve a su propia conclusión, sin la intervención de lo viejo y siguiendo las leyes naturales de la vida. Esta tercera opción solo está abierta para quienes se hayan entrenado muy bien en el manejo de la atención.  [/vc_column_text][/vc_accordion_tab][/vc_accordion][vc_column_text][/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»5366″ img_size=»2975X1983″ alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d» onclick=»link_image»][vc_accordion active_tab=»false» collapsible=»yes»][vc_accordion_tab title=»DELIMITO EL TERRITORIO»][vc_column_text]Enfocar para «delimitar el territorio» se asemeja a la acción del fotógrafo que, después de poner los lentes de su cámara, escoge el área y el plano que le interesa fotografiar, dándole prioridad a un aspecto de la experiencia y restándole importancia al resto, salvo como contraste.

Ya no se trata de construir la atmósfera, sino de escoger el territorio en el cual se va a desarrollar la acción. Es como escoger la película que quiero ver en televisión, después de haberme hecho unas palomitas, arreglar el cuarto, ponerme las pijamas y recostarme en la cama. Esta escogencia la hago normalmente de forma inconsciente y como una reacción habitual desde lo viejo. Sin embargo, si quiero vivir de forma consciente la debo hacer desde lo nuevo y respondiendo sin reaccionar, utilizando las facultades.

El efecto del empleo de la segunda facultad en mi vida cotidiana es mucho mas profundo de lo que aparenta ser. Algunos místicos y científicos han dicho que el enfoque de la atención «crea el territorio». Otros han ido más lejos diciendo que en realidad con el enfoque «creamos el acontecer». Dicho de otra forma, con el empleo de las facultades de la vida consciente «creamos la realidad».

La prueba histórica mas conocida de la relación entre la «realidad objetiva» y el «observador» la aportó Albert Einstein al resolver un famoso acertijo y postular la naturaleza dual de la luz. Según su interpretación, la luz se convierte en una onda cuando se realiza un experimento para demostrar que lo es, y se convierte en una partícula cuando se intenta demostrar lo contrario. O sea, que la luz no es esto o lo otro, sino que es esto y lo otro, de acuerdo a su relación con el experimento. 

Según esta conclusión de la ciencia, la vida es como un arco iris: sus colores solo existen en relación con alguien que los ve desde cierto lugar, gracias a la separación de una onda de luz al atravesar las gotas de agua suspendidas en al atmósfera. Siendo así, el arco iris está compuesto por tres cosas indivisibles: la fuente de luz, las gotas suspendidas y el observador que las ve.

Si esto es cierto con el arco iris, lo es aún más con respecto a mi vida cotidiana. En otras palabras, yo no soy independiente de «lo que vivo», y más importante todavía, lo «que vivo» depende de mi. 

Esta estrecha relación entre el enfoque de la atención y la realidad objetiva tiene consecuencias tremendas en relación a los valores y puede producir una gran confusión espiritual entre quienes no han comprendido su verdadera trascendencia. Un ejemplo puede verse en la interpretación errónea del cristianismo en relación a la conocida máxima de «amar a los enemigos», pues quien no entiende la segunda facultad comete el error de tomarla de forma literal.

Lo cierto es que quien intente «amar a sus enemigos» solo puede hacerse daño a si mismo y a los demás, pues lo que en realidad sustenta la máxima bíblica es que para una persona capaz de enfocar conscientemente la atención, ya no existen «enemigos», y por eso puede amar lo que otros verán como tales.

No comprender este detalle lleva a la represión, la doble moral, la hipocresía, el autoengaño y la pretensión espiritual, pues quien cree «amar a sus enemigos» está demostrando, al hacerlo, que no entendió el mandato bíblico, que no está preparado para hacerlo y que lo que cree que hace es una «pretensión». [/vc_column_text][/vc_accordion_tab][/vc_accordion][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_single_image image=»5368″ img_size=»2975X1983″ alignment=»center» style=»vc_box_shadow_3d» onclick=»link_image»][vc_accordion active_tab=»false» collapsible=»yes»][vc_accordion_tab title=»ACTIVO EL POTENCIAL»][vc_column_text]De acuerdo a los físicos, la realidad es un potencial de posibilidades infinitas, el cual se convierte en acción concreta a través de los tres principales efectos del enfoque de la atención.

El primero de ellos, llamado el efecto concentración, establece que cuando enfoco la atención construyendo la atmósfera y delimitando el territorio, genero una vibración que dirige toda la energía en esa dirección. Sobre este tema no existe duda ni discusión y se reconoce tanto en la vida personal como en la de las organizaciones y los gobiernos. En el primer caso, la importancia del efecto de concentración se manifiesta en lo que puede llamarse el proyecto de vida o propósito vital, en el segundo caso se manifiesta en la visión y misión organizacional y en el tercero en el plan nacional de desarrollo. En los tres ejemplos, toda la energía se dirige en esa dirección.

El segundo efecto del enfocar es el llamado efecto resonancia, el cual establece que cuando produzco una vibración, todo lo que vibra de forma semejante a mi alrededor entra en resonancia con esa vibración. Esto significa que si camino feliz en el parque, activo todo lo que vibra igual a mi alrededor. Hasta las plantas y las piedras hacen eco a mi vibración de felicidad. Obviamente ocurre lo mismo si estoy triste o con mucho enojo. Y si esto es así con la naturaleza y hasta con no inanimado, con más razón es así en el campo de las relaciones interpersonales. 

El tercer efecto de enfocar es el llamado efecto de atracción, el cual establece que al vibrar de cierta forma atraigo todo lo que es semejante y vibra en resonancia con mi vibración. Esto significa que si camino brava por el parque hasta los perros me van a querer morder.

Estos tres efectos del enfocar explican muchas cosas de otra forma inexplicables y misteriosas, desde la aparente «mala suerte» de algunas personas u organizaciones o su «buen ángel», hasta el hecho conocido de que «lo malo viene es paquetes». Por eso se dice que al enfocar la atención en esto o en aquello se activa el potencial del momento y se dispara el proceso de «atraer o jalar» uno de los futuros posible.

Volviendo al ejemplo de una relación de pareja, es sabido que quienes enfocan su atención en celos infundados, terminan activando un futuro en el que se cumple lo que se temía. A nivel sociológico este efecto es conocido como la ley de la profecía auto cumplidora: si una situación se percibe como real aunque no lo sea, termina siendo real en sus consecuencias. Los ejemplos son muchos, desde la crisis de la gran depresión hasta los «milagros» relacionados con la peregrinación a lugares sagrados.

De aquí la gran importancia del manejo integral de la atención en los programas de manejo integral del distrés, la ansiedad y la depresión, pues en los tres casos se requiere, a demás de un programa que revierta el efecto de la condición en el organismo, un cambio radical en el enfoque de la atención.

Así, el gerente que perdió su empleo debe enfocar su atención en aprender de los errores que cometió y convertirlos en una nueva oportunidad laboral, la mujer que perdió a su hijo debe soltar ese doloroso pasado y prepararse para un nuevo embarazo y la bailarina que ya no tiene edad para ser contratada como tal debe enfocar su atención en convertirse en la mejor profesora de yoga de la ciudad. [/vc_column_text][/vc_accordion_tab][/vc_accordion][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»1″ content_placement=»top» padding=»5″ margin_bottom=»5″ a13_nava_timestamp=»0021396961160.3159″][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»OBSERVAR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» button_block=»true» link=»url:http%3A%2F%2Fgaiacr.org%2Fvida-consciente-3%2F||target:%20_blank»][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»ENFOCAR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» css_animation=»top-to-bottom» button_block=»true» link=»||target:%20_blank»][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»INTENCIONAR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» css_animation=»top-to-bottom» button_block=»true» link=»||target:%20_blank»][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»1″ content_placement=»top» padding=»5″ margin_bottom=»5″ a13_nava_timestamp=»1021396961160.3159″][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»SABER» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» button_block=»true» link=»url:http%3A%2F%2Fgaiacr.org%2Fvida-consciente-3%2F||target:%20_blank»][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»VERIFICAR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» css_animation=»top-to-bottom» button_block=»true» link=»||target:%20_blank»][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»ELEGIR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» css_animation=»top-to-bottom» button_block=»true» link=»||target:%20_blank»][/vc_column][/vc_row][vc_row full_width=»1″ content_placement=»top» padding=»5″ margin_bottom=»5″ a13_nava_timestamp=»021396961160.3159″][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»PEDIR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» button_block=»true» link=»url:http%3A%2F%2Fgaiacr.org%2Fvida-consciente-3%2F||target:%20_blank»][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»PERMITIR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» css_animation=»top-to-bottom» button_block=»true» link=»||target:%20_blank»][/vc_column][vc_column width=»1/3″][vc_btn title=»APRECIAR» style=»classic» shape=»square» color=»chino» size=»lg» align=»center» css_animation=»top-to-bottom» button_block=»true» link=»||target:%20_blank»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_empty_space height=»10px»][/vc_column][/vc_row]